La lección de los españoles y la estrategia política

Antes de nada me gustaría destacar que aunque parece que la tengo con ZP -puede que sea cierto y no me he dado cuenta- no hablo del PP porque directamente creo que andan perdidos en la escena política luchando en sus guerras internas propias, por lo que en la mayoría de las veces prefiero no atisbar ni a mentarlos, pero tiempo al tiempo.

Pues bien, una vez aclarado este conflicto que algunos y algunas me echáis en cara, me dispongo a comentaros lo último de lo último. El debate de ayer del presidente del Gobierno en TVE.

Personalmente creo que los ciudadanos le dieron mucha cera e incluso creo que deberían de haberle dado más si cabe. Uno de los aspectos que me llamó la atención fue el "talante" político que defendió en todo momento, ya que no paraba de hablar como político que es, con constantes evasivas y rondas para contestar a preguntas muy claritas que interpelaban los presentes.

Que se andaba por las ramas, vamos. En ocasiones ni contestaba a lo preguntado, pero por lo general lo hizo, aunque no con el afán que se esperaba, pues se le vio demasiado "rígido". Otro de los aspectos a destacar fue su actitud egocéntrica al marcar siempre con un "yo" por delante cuando había que darse golpes de pecho y anunciar lo que se había hecho. Creo que el Gobierno representa a los españoles y por tanto por un mínimo de respeto con su Cámara y su Gobierno, debiera haber espetado más de una vez un "nosotros", para al menos hacerlo más cercano a un avance plural.

Por otra parte se le vio y reconoció, su despegue de la sociedad y la perspectiva, pero no acabó de nombrar culpables para no haber visto venir la crisis económica y tampoco se mojó con la ley del aborto a lo que admitió que "todos los países tienen su conciencia con este tema". Algo que no es cierto, y aqui al ladito por ejemplo en Italia, tampoco lo tienen claro...

Total, que siguiendo el análisis, encontramos un Zapatero, demasiado político, poco social, muy correcto en defender sus argumentos y en poner una cara sobre otra para recibir palos pero no para reconocer culpas.

Así las cosas muchos dirán que no habló de politica internacional y aspectos foráneos. La respuesta es clara: el Gobierno está verde en ese tema y se ha demostrado que el papel de España ha bajado aunque él insista en que estamos entre las 10 economías punteras del Planeta y que seamos la primera en energías renovables. No hay parte internacional en su política de pandereta e improvisación.

Al igual que hizo él de reconocer muchas culpas y achacarlas a los problemas, la necesidad de solucionarlos y estar despegado de la realidad, "Maleni" Álvarez que parece anclada a su cartera cual Chávez al sillón de la Junta de Andalucía, tampoco ha reconocido su culpa hoy en el Congreso, sino que la ha desviado a las compañías aéreas toda todita.

En fin, que si ustedes piensan que ZP salió escaldado de ahí están equivocados, porque si tienen un poco de perspectiva, se adivina que después de todo lo pasado entre Paro y Crisis, con mayúsculas sí, el Presidente necesitaba una limpia, una purga para motivarse y dar buena imagen y ese día fue ayer.

Estrategia política

Aunque se piense que le dieron muchos palos y que los ciudadanos sufren y no se cortan, que es cierto, en realidad su imagen salió más valorada con total seguridad porque da la fotografía de sacrificio y de dar la cara -a pesar de que todo el rato respondió con evasivas, dio respuestas enrevesadas y no asumió ni la mitad de las culpas- ante la situación que vive España.

Rajoy estaba invitado para la semana que viene o la otra y creo que no va a ir porque sabe que le darían la del tigre y quedará peor que su rival, que en realidad supongo que es lo que quiere el PSOE de cara a las próximas autonómicas Vascas y Gallegas del 1 de marzo.

Total que al final, todo se reduce a estrategias políticas para esas elecciones, los españoles seguimos jodidos y los bancos se quedan el dinero de todos y el Gobierno, mira para otro lado...

Así nos va, no por ZP -que también- sino por el "talante" de nuestros políticos, que personalmente no los merecemos ni ellos se merecen nuestros votos.