jueves, 20 de noviembre de 2008

Un Cristo de Franco

Resulta que 33 años después de que el dictador muriese, el juez Garzón descubre que está muerto. A ver, que se sabía, pero la que ha liado para luego salir corriendo... no sé, no acaba de convencer.

Parece que ha pasado lo mismo que a mi con una compañera de piso: que me fui callando cosas que me jodían para explotar todo en un mismo día pero llega el día y te das cuenta de que no puedes soltar todo como un resentido porque como todo, cada cosa a su tiempo.

Así las cosas, está bien dar sepultura digna a nuestros muertos de hace 70 años pero juzgar... Eso ya se ha pasado y nos lo tenemos que comer, porque poquitos quedan para ser juzgados. El señor jiennense llamado Garzón resulta que enjuicia a medio mundo pero cuando se mete con lo propio,"pos va a ser que no". Y nada, a otra cosa mariposa. No tenemos arreglo la verdad. El debate real es la agilización de la justicia y el tema de las fosas, es otra cosa muy seria para hacerla en intimidad y enterrar de una vez por todas a tantos niños, ancianos y demás españoles de un bando y otro que sufrieron la ira de su "vecino", porque hay una cosa que parece que se olvida, es que fue una guerra de todos contra todos, lo más vergonzoso para una sociedad, una con tanto que ofrecer como la española.

Como diría un personajillo "Franco muerto yo contento". Para algunos no tanto y menos después de toda una vida de Cristo con calvario incluido para llegar tarde a esto, porque aqui si que no resucita nadie.

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