Los retos que nos quedan por vivir

Empezó el mes de marzo y con él descubrí que tenía un añito más. No en el infierno como decían los del Atleti, este año no. No paro de reivindicarme pero a base de ello uno se convence y tira pa'lante. Con el Master ilusionados y un poquito más viejos, nos disponemos a cambiar por fin. Parece y no lo voy a decir muy alto, que esta vez va en serio. Dejé de fumar, hago deporte -me he convertido en un nuevo Contador a lo BTT-, y bueno lo del trabajo, los amigos, la pareja y eso va así asi, pero ya huelo desde aquí a primavera, a ferias y viajes, a azahar y frescor. A Andalucía, a Roma, a mí. 

Poquito a poco que cantaba Facto, que por cierto ahora son Delafé y las Flores Azules solamente. Asi vamos con paso firme y seguro, sin miedo a equivocarnos, cuando acabe el año haremos balance de nuevo. Hoy no hablo de políticos que nos aburren pero me reafirmo en la necesidad de compromiso social para cambiar el mundo y no cambiarlo sólo como ellos mismos nos digan.

Vale que empiezo por donde siempre y no acabo. En fin que muy contento preparando cositas para el Master, sin esperando a la primavera, que no a Godot Quinteiro, que te quede claro ya. Y por supuesto algún viaje que nos haga soñar y volar de nuevo a otros mundos cercanos. 

A veces pienso que el silencio es malo y a veces que es bueno, esto es como lo de "vivo sin vivir en mi" de la "Santa" de Ávila. Bueno por aquí un poco de ruido...