lunes, 5 de abril de 2010

Los caminos del periodista son inescrutables


Cuando uno comienza a estudiar comunicación, se da cuenta de muchas cosas dependiendo de su área. Si es televisión, prensa, radio o cualquier otro modo de hacer periodismo descubre que ha cambiado mucho o que no es lo que pensaba el concepto que tenía de cuando iba a la escuela. 

Por lo general encontramos desilusión por las expectativas que nos habíamos creado o nos damos cuenta de que la vocación tan fuerte que teníamos, se desvanece al descubrir que no todo es tan bonito como parecía y que si queremos un puesto y llegar a hacer y ser algo y alguién, hemos de "mamar" mucho y hacer muchos kilómetros.

"Muchos de nosotros una vez terminada, decimos que no ha servido de nada estudiar esta carrera"

Es más, cuando hemos terminado los estudios, creo que gran parte de los licenciados, descubrimos que nuestra profesión está tan mal valorada y que es tan difícil encontrar algo "decente" como trabajo que nos decimos: "no ha servido para nada estudiar esta carrera", aunque con la boca pequeña, pues sabemos de la importancia hoy en día de al menos tener un título.
Muchos luchan, aguantan, a la mayoría nos cuesta el dinero los inicios, nos desesperamos, cambiamos de rumbo, abrimos mirás, seguimos estudiando, hacemos mil especializaciones, hacemos otras carreras y al final, sigue sin valernos de mucho; al menos a día de hoy, esperemos que en el futuro si que se valore algo el esfuerzo que hacemos ahora.

En mi caso personal, me desesperé al principio, pero con el tiempo cambia el horizonte y uno madura y aprende a saber esperar las oportunidades. 

Aunque lleguen, mejores o peores, esto es una carrera de fondo y de aprender día  a día, en el que no sólo es importante saber hacer de todo sino saber no perder el norte y el sentido crítico que el periodista pierde cuando se acomoda a hacer esas rutinas de la información.

La raza que nos vendían los Bradley y compañía es la que tenemos que mantener viva siempre y en caso de no poder desarrollarnos en un medio desde el principio, hoy el panorama es propicio gracias a Internet sobre todo, para que uno mismo, como servidor, no pierda el espíritu de periodista y lo ponga en práctica. No todo es estar en un sitio importante sino sentirse importante uno mismo sabiendo que lo que escribe es honesto y sirve para algo. 

Si ya llegados a este punto caemos en la desesperación o lo peor, en la gran necesidad económica, entonces entiendo que por esa misma necesidad caminemos hacia caminos distintos al nuestro, que nos ayuden a sobrevivir. Pero desde aquí os aviso de que existen más caminos de los que pensamos para sentirnos periodistas y mostrarnos como tales.

P.D.: Esta entrada va dedicada a todos los compañeros en paro o con un futuro bastante incierto en esta profesión que cada día es más puta y más cruel con los buenos periodistas.

Un saludo y mucho ánimo.

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